Las ecografías emocionales son una de las experiencias más esperadas por las familias durante el embarazo. Ver por primera vez el rostro del bebé, sus gestos, su sonrisa o incluso cómo se chupa el dedo es un recuerdo único. Y gracias a los avances tecnológicos, ahora es posible llevar esa experiencia aún más lejos con imágenes hiperrealistas en calidad 8K.
Pero ¿cuál es el mejor momento para hacer una ecografía si quieres conseguir la mejor imagen posible del bebé?
Las semanas ideales: entre la 26 y la 30
Aunque cada embarazo es diferente, los expertos coinciden en que entre la semana 26 y la semana 30 es el periodo ideal para realizar una ecografía 4D o 5D y convertirla después en una imagen 8K hiperrealista. ¿Por qué?
- Madurez facial: En este momento, el bebé ya ha desarrollado gran parte de sus rasgos faciales, pero aún tiene suficiente espacio en el útero para moverse y colocarse en una posición óptima para la toma de imágenes.
- Buena visibilidad: La cantidad de líquido amniótico es suficiente como para lograr una imagen clara, y la piel del bebé ya ha empezado a ganar grosor, lo que permite ver detalles más definidos.
- Mejor calidad para el procesado 8K: A partir de una ecografía realizada en estas semanas, nuestros algoritmos de deep learning y reconstrucción facial pueden trabajar con mayor precisión, generando una imagen hiperrealista de altísima calidad.
¿Qué pasa si ya has pasado de la semana 30?
¡No te preocupes! Aunque el espacio se reduce y puede que el bebé esté más encajado, aún es posible obtener buenas imágenes. Cada caso se valora individualmente, y muchas veces conseguimos resultados espectaculares incluso en semanas más avanzadas.
¿Y si aún estás de muy pocas semanas?
En las primeras etapas del embarazo todavía no se han definido completamente los rasgos faciales del bebé, por lo que no recomendamos hacer la transformación hiperrealista en 8K hasta que el desarrollo esté más avanzado. Sin embargo, puedes empezar con una ecografía emocional y reservar la sesión 8K para más adelante.
